domingo, 30 de noviembre de 2008

Clase: Sádabo 22 de noviembre

Explotación Sexual Comercial de niños, niñas y adolescentes

En esta clase, el compañero Beltrán y Yendry expusieron sobre dicha temática, dejando claro la responsabilidad que como miembros educativos y sociales tenemos ante la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, ya que es una realidad que afecta directamente a la población y que en muchas ocasiones las personas sólo se limitan a juzgar y no a actuar.

La explotación sexual comercial constituye un abuso de la integridad física y moral de una persona menor de edad realizada por otro, con fines de lucro. Se manifiesta mediante la prostitución infantil, la pornografía infantil, el turismo sexual y el tráfico de niños con propósitos sexuales; cada una de estas circunstancias con sus características especiales y un tratamiento diferenciado en el ámbito legal. Todas, expresiones de una forma moderna de esclavitud que cosifica el cuerpo de sus víctimas haciéndolas perder su autoestima, su habilidad para soñar, fantasear y sentir como niños y niñas.

La detección, prevención y atención que como profesionales en Orientación podamos brindar es fundamental para dar un alto a esta problemática que tanto afecta a la sociedad en general, ya que es un delito que atenta contra la vida, bienestar y derechos de las personas menores de edad que esta atrapadas en esta situación, y que a la vez se vuelva más grande.

Considero que el poseer información precisa sobre esta problemática permite empoderarse de todas las implicaciones que conlleva la explotación sexual comercial y a la vez facilita los procesos de detección y atención que se pueda brindar.
En lo personal, es alarmante saber que Costa Rica es el segundo país a nivel undial, en el que se presenta mayor explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes. Se debe reconocer que cualquier abordaje de la problemática debe partir de la convicción que la persona menor de edad, al participar en esta actividad, ha de verse como víctima y nunca como la causante del problema, es víctima tanto de sus propias circunstancias como de los sujetos que se aprovechan de su vulnerabilidad y es contra estos que debe recaer el peso de la ley.
Ahora el reto es poder hacer cumplir de manera eficiente y real esa nueva legislación y de forma paralela llevar a cabo acciones de prevención para que cada día sean menos las personas que ingresan en el cruel mercado del sexo a tan temprana edad. Por último, la tarea más difícil, será velar por que los niños, niñas y adolescentes insertos en la explotación sexual comercial puedan reconstruir sus vidas, contando con alternativas que les ofrezcan una salida viable y sostenible y que les brinde acceso al desarrollo.




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